24 de noviembre de 2007

¿Qué sucedió el 23 de septiembre de 1868?

Veamos si sabes de historia, a ver si tus maestros de escuela elemental e intermedia te enseñaron bien.

Desde que tienes conocimiento, si eres de Puerto Rico, y principalmente de Arecibo, Lares, etc., has tenido libre el 23 de septiembre, pero, ¿sabes realmente que sucedió ese día y porqué las escuelas públlicas y universidades lo otorgan libre? Te reto a que me digas porqué. Pero no se vale hacer trampa, piensa y no busques en internet.

¡Corre y corre!

Técnicas de Estudio: Cómo Estudiar a último momento


Mis manos tiemblan como nunca. Mi cuello, totalmente contracturado. Mi espalda, sudorosa...

Estoy sentado, viendo cómo los docentes reparten esos temidos exámenes.Avanzan fila por fila, haciendo zigzag entre sus víctimas, casi en cámara lenta. El papel llega a mis manos. “Parcial de... ”, “Recuperatorio de...”, “Final de...” El título no tiene importancia... ¿¡A quién miento!? Si es parcial, el miedo aumenta por no saber con que nos matarán. Si es recuperatorio, el miedo aumenta por ser la última oportunidad. Si es un final... ¡queda en mi libreta de notas!. No tengo escapatoria. Pego una primer leída rápida, y parece que estuviera leyendo en árabe. Cierro los ojos, pego un profundo respiro, y lo intento de nuevo. Primer punto... Chino básico. Segundo punto... En algún lado escuché hablar de esto. Tercer punto... Algo puedo inventar. Cuarto punto... ¡Esta pregunta estaba en la carpeta! ¿¡Por qué no estudié!?Los segundos pasan lentamente, algunas palabras salieron de mi birome. Faltan siete minutos para entregar y alguien hace una pregunta en voz alta, esas preguntas con respuesta incluida. Me convenzo de que se saben la vida, de que practican a la perfección las técnicas de estudio, y hacen la pregunta sólo para demostrarnos a nosotros, simples mortales, que somos inferiores en esa materia. Con su pregunta empiezo a recordar algo del primer punto, y empiezo a escribir como desesperado. Las palabras son ilegibles, parece que estuviera hechizado. Mi lapicera se mueve como nunca. Una chispa de ilusión surge en mi mente, pensando que puedo llegar a aprobar. Sigo escribiendo, sigo sonriendo como nunca... Todo perfecto, todo demasiado perfecto. Tenía que llegar esa palabra, esa maldita palabra para estropearlo todo... “¡ENTREGUEN!”. Intento anotar algo más, pero el profesor amenaza con irse, y sé que ese es mi final.Decadente ¿No? Seguro que les pasa a muchos de ustedes.En mi vida es algo que se repite con bastante frecuencia. Demasiada. Pero el círculo no cierra ahí.Comienza el nuevo cuatrimestre. Me prometo a mí mismo que no voy a repetir la escena antes descripta. Cómo estudiar: “Si tengo que leer 260 hojas para dentro de un mes, con leer 10 diarias, me quedaría un momento para repasar antes del examen”.“Si resuelvo una guía práctica por semana, la última voy a poder hacer ejercicios de exámenes”. Suena bien, ¿no?. Suena perfecto. Una de las más perfectas técnicas de estudio.

En teoría.

Primer semana de clases. Es ya bastante tarde, y estoy viajando a casa. Voy con la mente centrada en cumplir mi propia meta. Pero ya en mi cuarto, la cama aparece demasiada atractiva. Y me tiro a dormir. Total, es la primer semana. Hay que tomarse un tiempo para acostumbrarse a los horarios.

Segunda semana. Llego a casa, y un capítulo de Halloween de Los Simpsons, interrumpe mi visión de los libros de texto.

Tercer semana. Llego, y cómo no ponerse a chatear con esa simpática chica de España.Debo haber encontrado millones de excusas para no sentarme, y ponerme a leer.¡Momento! ¡Momento! ¡Momento! ¡Casi me olvido! ¿¡Cómo no estudiar el fin de semana!? Si, a veces es posible... pero no nos engañemos.

Viernes a la noche. Ya sea ir al cine o a bailar, necesitamos olvidarnos de ese maldito tema que nos molestó por cinco días seguidos.

Sábado a la mañana. Si salimos anoche, este momento no existe. Debemos saltear al medio día. Si tienen una materia que cursar... ¡pobres! Ya pasé por eso dos veces. ¡¿A qué Hijo de P... se le ocurre poner horarios a las 7 de la mañana de un sábado?! Si no cumpliste ninguna de las dos, podes levantarte 9:30, y... ¡Tenemos aquí dos horas para estudiar! ¿Serás capaz de hacerlo? (Yo no)

Sábado al Medio Día. Almorzamos tranquilos. Nos sentamos frente al televisor, para finalmente enganchar alguna película que hayamos visto cien veces para no tener que pensar. Navegamos un rato por Internet, y sin que nos demos cuenta... “¡Son las 19:30 y todavía no organicé nada! ¡Mi sábado está perdido!”. Cosa que no es cierta, pero buen susto nos llevamos.

Sábado a la noche. En toda mi vida, juro que no escuché a nadie decir que estudió en este momento sagrado. No creo que haya ninguna religión que prohíba cosas como estudiar un sábado a la noche, pero si conozco a una cultura que lo hace: la del estudiante. Y ahora lo decreto, es ley. Está prohibido estudiar un sábado a la noches, sin importar si hemos decidido quedarnos en casa haciendo nada.

Domingo en la mañana. Hace un tiempo que borré este momento de mi vida. No logro levantarme antes de las 12:30, con suerte.

Domingo al Medio Día. Debe ser la comida más larga de la semana. Empieza a la 13 con una entrada. 13:30 está lista la comida, que no termina hasta 14:30. Café, algún budín, torta y/o bombones acompañando la charla sobre todas las cosas que nos pasaron en la semana. Y... ¡Mmmmmmmmmm! ¡Qué sueño! (con todo lo que comimos, cómo no vamos a tenerlo). Una hora y media de siesta, fútbol ó TV. Y ya son las 19:30. Hora de comer algo y leer el diario del domingo.

Domingo a la noche: ¡Maaaaaaaaaa! ¿Qué comemos?
Parece una exageración, pero no lo es. Podemos cambiar alguna actividad. Por ejemplo, el domingo podemos ir a pasear con amigos. Pero el tiempo en el fin de semana pasa como nunca.
Y así como me fui de tema con el fin de semana, se nos pasan volando las semanas de clase. Y sin darnos cuenta... ¡EN DOS DÍAS ES EL EXAMEN!¡No todo está perdido! Aun tenemos algo de tiempo. Organicémonos. Hoy a la noche, en tres horas, termino de leer todo lo que no leí en un mes y medio: 90% de 260 páginas, no es imposible, y mañana a la noche hago un repaso general. ¡Qué buen plan!Llega la noche. Termino de cenar, y las voces de “Arma Mortal 3” (elijan una buena película en su caso) salen del televisor del living. ¡¿Qué maldita persona habrá inventado ese maravilloso aparato?! Y en 1 hora, “leo” 225 hojas. Los títulos, las cosas en negrita, los recuadros, y el resumen de 3 hojas que conseguí de un compañero. Termino exhausto.
Día anterior al examen: Tengo 18 horas para estudiar. Que con comida y otras tantas distracciones se hacen 6. Las aprovecho leyendo una y otra vez el resumen.Ya son las 0:30. Mis ojos se caen. Algunos prefieren seguir despiertos, y dormir al final unas horas. Personalmente, las neuronas ya no me responden. Prefiero dormir 4 horas, y despertarme fresco como un tomate podrido al día siguiente. La cama me recibe tan acogedora como siempre.
Finalmente llega el gran día. Me despierto 4:30 ¡AM! Pego una leída al resumen. Trato de leer los apuntes. Todo a los apurones. Y me pregunto cómo pueden dar tanto material de estudio. Nadie tiene tiempo para leer tantas cosas. Empiezo a leer, salteando cada vez más. Leo los títulos, aun sabiendo que sólo me servirá para recordar en el examen que ese tema estaba ahí, y yo no lo leí de puro vago. Ya no hay más tiempo. Agarro todas las cosas (como si todavía tuviera tiempo de leerlo todo de nuevo), y salgo de mi casa con la esperanza de encontrar un paro docente, una amenaza de derrumbe, o cualquier catástrofe que me dé unos días más. Se que eso sólo me haría repetir mi rutina, pero la esperanza es lo último que se pierde. Nada pasa. Llego y busco un asiento por el medio...

Mis manos tiemblan como nunca. Mi cuello, totalmente contracturado. Mi espalda, sudorosa... Y ya todo cierra.

Por: Tomás Meller, de http://www.altillo.com/articulos/estudiando.asp

Recuperado por: Saraí Moreno


Mi gente al igual que la historia que acabamos de leer, nosotros también pasamos por eso, principalmente en los finales, así que aprendamos de ella.

¡A estudiar!

En las próximas semanas veremos a todos los universitarios reunidos en la bilioteca, lobby, o su lugar de preferencia, pero, ¿estarán "fiestando"? No precisamente, en estos días los que nunca han tomado una libreta en sus manos, la tomarán, y todo sea por pasar el semestre y todos los cursos. Todos se preguntan cuándo se acabará este semestre. Tranquilos mi gente que tan sólo según el calendario de la UPRA, oficialmente el período lectivo cesará el 13 de dic. así que aún tenemos mucho que estudiar. Además de que esta semana no sé a quién se le ocurrió que hayan clases de lwv, o sea, las clases de mj, oficialmente cesaron según el calendario. Para los que creían como yo que el martes y jueves se podían quedar durmiendo, lo lamento, el deber nos llama. Pero mi gente, recuerden que todos estos sacrificos al final, no muy lejano; veremos los beneficios, así que por estas semanas tomen mucho café y estudien mucho, para que pasen con A, todas sus clases, y sino es así, relax!, algún día será, ¿no? Lo importante de todo es pasar, así que, ¡a estudiar!...

Por: Saraí Moreno

Mi reflexión del curso




Mi reflexión del curso


Introducción a las Ciencias Físicas, CIFI-3001, fue y es para mí el curso de lucha, esmero y superación. Desde pequeña no he sido muy buenas en las matemáticas, así que aunque este curso no sea uno de "matemática pura", si contiene bastantes elementos matemáticos. Mi trabajo fue doble: lidiar con mis lagunas y con los problemas matemáticos que el curso requería. Al principio me pregunté el porqué de tomar un curso de Ciencias Físicas, y sobretodo en qué lo utilizaría. Ahora mi visión es otra, entiendo que debemos conocer de todo un poco, tener un amplio conocimeinto, además de que varias de los temas aprendidos, sin darnos cuenta lo utilizamos diariamente, como: a qué dirección ir, "el calor", entre otros. No obstante, supe estar todo un día practicando los famosos ejercicios que el profesor nos daba, también ir frecuentemente a las horas de oficina del mismo, para que me explicara mis dudas. Lloré, "pataleé", pero valió la pena, porque aprendí, lo que es para mí la satisfacción de saber que pude lograr superarme y ver mi meta cumplir. Además de que siempre el profesor (usted), estuvo dispuesto a explicarme, sin importa el tiempo ni la hora. Sinceramente, mis agradecimientos, por su disposición, su esmero y dedicación para con nuestra enseñanza, y lo exhorto a que continue siendo un educador por excelencia. Recuerde que los profesores evalúan a sus estudiantes, pero los estudiantes también evalúamos a nuestros profesores, y sin lugar a dudas, usted es un digno catedrático. Prof. Carlos Pérez, gracias por el tiempo dedicado a nuestra formación académica, y probablemente nos veremos en enero.



Cordialmente,

Saraí Moreno Orta
CIFI-3001
ME5

15 de noviembre de 2007

¿Creen ustedes que leer es un arte?



A continuación encontrarán pequeños "tips" para una lectura efectiva, amena y grata. Opinen, sus comentarios son importantes.



La lectura

Leer es un acto individual, personal e intrasferible, que no surge por generación espontánea, sino más bien el interés por la lectura surge a través de un factor movilizador aprendido desde el exterior. Actualmente el mayor problema que presenta la lectura es que los alumnos la toman como una mera obligación y una imposición de sus deberes, sin considerar que por medio de ella aprenden y se culturizan, por lo cual sienten desinterés y desmotivación. Para ellos es necesario utilizar pautas para motivar a la lectura, alguna de ellas y que resultan importantes a la hora de considerar un plan es:

Es necesarior ayudar a los alumnos a trazarse planes de lectura.
  • Los profesores deben realizar un análisis de la capacidad de lectura de sus estudiantes, con el fin de darles, como lectura, un texto más acorde a su nivel de comprensión, potenciando así la lectura.
  • Acosejar la lectura de un tema parcial de estudio, pero que lo asimilen por fragmentos y que no intenten leer todo un tema o capítulo de una vez.
  • Se les debe proporcionar títulos de libros que estén relacionados con lo visto en clases, pero que no sean los típicos libros exigidos por el programa educativo.
  • Los padres pueden contribuir con la motivación, interesándose por lo que están leyendo sus hijos y buscar por cuenta propia textos complementarios para comentarles sobre el tema leído.
  • Las bibliotecas resultan otro buen punto, acudir a ellas para investigar sobre un tema obliga al estudiante a meterse de lleno a una lectura selectiva de autores.
  • Crear un ambiente favorable para la lectura.
  • No forzarlos ni amenazar para que lean.
  • Fomentar la visita a librerías.
  • Promover la lectura y la búsqueda de libros acerca de temas de interés para ellos.

Se recomienda visitar la página http://www.planlectura.es/Fuente:Libro "Didáctica, enciclopedia temática, Guía de aprendizaje y de ejercicios". Grupo libro 88 S. A., España

Publicado por Marianela Jiménez en ciberlengua.blogspot.com/


Editado por: Saraí Moreno